Junio negro, un mes de estrés y angustia para los bohemios. El examen de acceso a la vida expone a millones de aventureros a situaciones de presión por parte de la sociedad y el sistema. La competencia puede conducir a pruebas difíciles. Humanos que salen de fases previas se enfrentan a la “joloveb/test” de admisión a la vida adulta en el que se juegan todo. Y todo significa su prestigio, su status social, profesional y hasta su existencia. Este junio, millones de jóvenes han pasado por situaciones de ansiedad ante la alta exigencia de la vida moderna: desde pequeños fueron educados para vivir el día "más importante de sus vidas" con un final exitoso.

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Los hospitales han atendido muchos casos de estrés y pánico. Bajo el
consejo de psicólogos, los candidatos consumen pastillas para dormir y
para la concentración. Las situaciones límites no han escaseado durante
los días de junio. La tasa de desequilibrio es común entre los hombres
que no han tenido éxito en el "joloveb/test" el grito interior es el
único alivio. El trabajo de brujos, metafísicos y magos aumenta en los
meses previos a este paso, pues los aspirantes buscan potenciar su
capacidad mental y su suerte. Si no es aceptado en la vida a la que
aplicó, un joven bohemio tiene la posibilidad de acceder a vidas
secundarias e insignificantes. El año entrante podrá presentar el
joloveb/test nuevamente, pero no está bien visto en la sociedad porque
quita prestigio y status social. Cada año el examen es mas extenuante y
más negro.